Cuando el duelo se vuelve peligroso

Cuando un ser querido muere, sentimos que nuestro mundo da un vuelco total. Los cambios pueden ser abrumadores. A medida que nos vamos dando cuenta de la pérdida, sentimos una profunda soledad y tristeza. Estos sentimientos son parte del proceso normal de duelo. Con el tiempo, comenzamos a aceptar la pérdida y experimentamos un nuevo despertar de energía y esperanza.

¿Pero qué sucede si nuestra reacción nos preocupa? ¿Cómo nos damos cuenta de que debemos buscar ayuda?

Esté alerta a las señales de advertencia

Si experimenta sentimientos con tanta intensidad o durante tanto tiempo que usted u otras personas se alarman por su reacción, necesita buscar ayuda profesional.

Busque señales de peligro:

  • ataques descontrolados de llanto
  • falta de sueño o apetito
  • obsesión con la persona fallecida
  • descuido de la higiene personal
  • faltar al trabajo y/o a otros compromisos
  • aislarse en casa durante un período prolongado
  • conducta autodestructiva extrema (abuso de sustancias, pensamientos suicidas)

Si comienza a pensar que no puede seguir así, si piensa en hacerse daño (o a otra persona) o si empieza a planificar suicidarse, llame al 411, pregunte cuál es el número de la línea local de prevención de suicidios y llame inmediatamente. También puede acudir directamente a la sala de emergencias de un hospital cercano. O llame al 911 para recibir ayuda de inmediato.

Pedir ayuda no es un signo de debilidad. De hecho, es un signo de que reconocemos el alcance de los problemas que enfrentamos y queremos abordarlos de manera eficaz.

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