3 preguntas para empezar a hablar del un tema difícil

Es más probable que hablemos con nuestros hijos acerca de sexo seguro y drogas que con nuestros padres acerca de los cuidados al final de la vida. Nos repetimos que es demasiado pronto. Hasta que un día nos damos cuenta de que es demasiado tarde.

Casi la mitad de los estadounidenses dicen que confiarían en sus familias o amigos para que lleven a cabo sus deseos acerca de los cuidados al final de la vida, pero la mayoría jamás ha expresado esos deseos. Algunos quieren todo lo que la tecnología médica tenga para ofrecer. Otros prefieren una muerte serena y sin dolor si su calidad de vida quedara gravemente disminuida.

No existe una manera correcta o incorrecta. Cada persona tiene el derecho de tomar esa decisión.

Los expertos dicen que la mejor manera de que otros comiencen a hablar sobre los cuidados al final de la vida es hacerlo usted mismo. El experto sugiere que comience con el proceso de toma de decisión y se haga a usted mismo estas preguntas "¿qué sucedería si...":

¿Qué sucedería si tuviera una afección terminal?

¿Qué sucedería si tuviera una afección terminal y no existiera una probabilidad razonable de recuperación? ¿Qué tipos de tratamientos o medidas que salvan la vida aprobaría o rechazaría?

¿Qué sucedería si no pudiera tomar sus propias decisiones?

¿Qué sucedería si usted mismo no pudiera tomar estas decisiones? ¿Quién quisiera que lo haga por usted?

¿Quién tomaría decisiones médicas por usted?

¿Qué sucedería si el ser querido debiera tomar esas decisiones? ¿Él o ella sabe lo que usted quiere?

Cuándo debe tener "la conversación"

Sugerimos aprovechar los acontecimientos importantes —bodas, aniversarios, cumpleaños, jubilaciones, graduaciones, mudanza a una casa más pequeña, vacaciones familiares— para mantener las conversaciones del tipo "qué sucedería si". Hable de manera simple pero sincera. Se puede sorprender: informar a sus seres queridos sus deseos puede comenzar una conversación sincera entre las diferentes generaciones sobre las enfermedades terminales, funerales, creencias religiosas y otras preocupaciones al final de la vida. 

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