Preguntas frecuentes para voluntarios de VITAS

Si es menor de 18 años de edad, en general se empieza por visitar a pacientes mayores en hogares de ancianos, ya sea solo o en un equipo voluntario familiar o de padre/madre e hijo. Los estudiantes de secundaria maduros y responsables que entienden el hospicio pueden completar los requisitos de voluntariado de su escuela en VITAS. Los voluntarios adultos de 18 años en adelante se integran a un equipo interdisciplinar de VITAS y cumplen una variedad de papeles administrativos y de trato directo con los pacientes, especialmente visitas individuales con los pacientes, sus seres queridos y cuidadores de la familia en sus domicilios, hogares y unidades para pacientes hospitalizados.

El gerente de voluntarios de VITAS le ayuda a analizar sus intereses e identificar sus puntos fuertes. Una vez que lo aceptamos, tiene que hacer una capacitación para voluntarios de VITAS antes de que lo asignen a un equipo y paciente. Los voluntarios normalmente se reúnen con su paciente asignado al menos una vez por semana.

Estamos particularmente interesados en voluntarios que entiendan la filosofía de hospicio y la importancia de la calidad de vida al final de la vida. Muchas veces, los familiares en duelo sienten la necesidad de "retribuir" trabajando como voluntarios de VITAS.

Debe saber cuáles son sus puntos fuertes y límites como voluntario de hospicio, porque el hospicio es emocionalmente agotador. Uno se hace amigo de pacientes que saben que van a morir, y de la gente que los ama. Debe ser una presencia tranquilizadora a medida que se desarrollan las situaciones. Debe dedicar tiempo a capacitarse y entender que las necesidades de los pacientes de hospicio pueden ser físicas, emocionales y espirituales.

Otras cualidades de un voluntario de hospicio:

• Confiable
• Paciente
• Respetuoso de todas las costumbres y creencias
• Acrítico
• Excelente comunicador
• Buen oyente
• Cómodo con el silencio

Se aprende sobre la filosofía de hospicio, cuidar a enfermos terminales, duelo y aflicción, precauciones de salud y seguridad, y otros temas. Los voluntarios trabajan con un equipo de hospicio: médico, enfermero, auxiliar, capellán y trabajador social. Como los voluntarios pasan tiempo a solas con el paciente, muchas veces pueden dar información valiosa al equipo sobre problemas que surjan durante su visita.

Las siguientes son algunas oportunidades:

• Los voluntarios administrativos y de ayuda a la comunidad ayudan en la oficina.
• Los voluntarios de cuidado personal visitan a los pacientes regularmente, y les ayudan con tareas diarias o salidas, les prestan cuidado personal o los consienten, le leen al paciente o simplemente charlan.
• Los voluntarios de cuidados complementarios son profesionales que prestan servicios de reiki, aromaterapia o masoterapia.
• Los voluntarios artísticos son profesionales que ofrecen musicoterapia, terapia de arte, enriquecimiento mediante el arte o sesiones de fotografía. Los voluntarios de revisión de vida documentan o registran los recuerdos e historias de vida de los pacientes. También hay voluntarios que hacen osos conmemorativos con las prendas del paciente para que la familia tenga un recuerdo especial.
• Los voluntarios de Paw Pals® (y sus mascotas) se especializan en terapia con mascotas y visitas a los pacientes en sus casas o residencias.
• Los voluntarios de ayuda con el duelo y asistencia espiritual ayudan con visitas personales, llamadas telefónicas de seguimiento y grupos de apoyo después del fallecimiento de un paciente de VITAS. Hablan con los pacientes, familiares y cuidadores sobre asuntos al final de la vida, "duelo anticipatorio" y pérdida.
• Los voluntarios de VITAS también trabajan con poblaciones especiales, como militares veteranos, pacientes que se identifican como LGBTQ, miembros de la comunidad judía, pacientes que son afroamericanos, haitianos, latinos, asiáticos o hablan un idioma extranjero. Estos voluntarios entienden a los pacientes con distintas costumbres culturales o creencias religiosas. Hablar bien otro idioma es una ventaja.

La idea era que los voluntarios brindaran un tipo de cuidado y un punto de vista que ni los proveedores de servicios de asistencia médica del equipo ni los familiares, también parte del equipo de hospicio, podían ofrecer. En la actualidad, cada hospicio certificado por Medicare, ya sea público o privado, secular o religioso, con o sin fines de lucro, capacita a los voluntarios comunitarios para brindar un 5 por ciento de horas de cuidado de pacientes. Así lo establece la ley.