Cómo sobrellevar las tragedias públicas y catástrofes naturales

Los sobrevivientes de tragedias públicas y desastres naturales suelen mostrar diferentes reacciones emocionales, físicas y cognitivas después del evento. Estas reacciones varían de manera significativa entre los sobrevivientes y se ven influenciadas por factores como la proximidad al evento, el funcionamiento psicológico previo del sobreviviente, los sistemas de apoyo disponibles, los valores y normas culturales, y la capacidad percibida del sobreviviente de recibir la ayuda adecuada. Como regla general, cuanto más afectado se vea por un evento, mayor será la reacción.

Reacciones típicas a tragedias públicas y desastres naturales

Reacciones emocionales

  • Conmoción, sentirse abrumado: escepticismo ante el evento ocurrido. Las personas pueden afirmar sentirse aturdidas o adormecidas debido a la enormidad del evento.
  • Pánico, ansiedad: puede ocurrir al comenzar a tomar conciencia de la realidad del evento. Los pensamientos se enfocan en el bienestar de los seres queridos, en la propia seguridad y en la protección de las posesiones personales. Las personas pueden experimentar pensamientos recurrentes del evento.
  • Alivio: por haber evitado lesiones o la muerte propia o de otras personas.
  • Ira, irritabilidad: con las fuerzas de la naturaleza, contra los responsables (en el caso de tragedias públicas), consigo mismo por no proteger a otros, con el gobierno por una demora percibida en su respuesta, con Dios.
  • Culpa: por no poder ayudar a los seres queridos, o por haber sobrevivido (cuando otros no lo hicieron).
  • Dolor: relacionado con cualquiera de las pérdidas sufridas. Los sobrevivientes pueden oscilar entre la ira y el dolor.

Por lo general, los sobrevivientes experimentan sentimientos con mayor intensidad de lo normal, e incluso pueden parecer impredecibles: por ejemplo, pasar de estar llorando a estar indignado de un momento a otro. Son comunes los casos de depresión, en especial después del evento.

Las reacciones emocionales recurrentes son típicas durante todo el proceso de recuperación. Los aniversarios del evento, al cabo de un mes o un año, y los recordatorios visuales y sonoros, como las sirenas de los vehículos de rescate, pueden traer a la memoria recuerdos de la experiencia traumática.

Reacciones cognitivas:

  • Confusión
  • Indecisión
  • Dificultad para concentrarse
  • Falta de memoria
  • Recuerdos del evento, a menudo acompañados por sudoración y elevación del ritmo cardíaco
  • Asustarse con facilidad

Síntomas físicos:

  • Dolores de cabeza tensionales
  • Fatiga
  • Cambios en los hábitos alimenticios y de sueño
  • Molestias o dolores corporales
  • Náuseas

Reacciones interpersonales:

  • Conflicto
  • Desconfianza
  • Retraimiento
  • Problemas escolares o laborales
  • Sensibilidad, sentirse rechazado

Reacciones emocionales graves ante un desastre

Los síntomas emocionales, físicos y cognitivos descritos anteriormente suelen comenzar a disiparse poco a poco luego del evento. La reacción y el plazo de recuperación emocional de cada individuo es único y se ve influenciado por los factores mencionados arriba.

No obstante, ciertas reacciones graves a un desastre pueden requerir atención inmediata por parte de un profesional capacitado en respuesta al estrés postraumático:

  • Repetición intensa y continua del evento
  • Adormecimiento emocional extremo o negación del evento
  • Recuerdos o pesadillas aterradoras
  • Hipersensibilidad
  • Extrema irritabilidad, ira, violencia
  • Disociación: pensamientos fragmentados, preocupación, desconocimiento del entorno, amnesia
  • Ansiedad grave, ataques de pánico
  • Depresión grave; pérdida de la esperanza, el placer o el interés; sensación de desesperanza y baja autoestima; pensamientos suicidas
  • Abuso de sustancias

Si falleció un ser querido en una tragedia pública o desastre natural

Por lo general, el período de conmoción dura poco tiempo. Esta etapa puede dar lugar a una intensa angustia de separación y un dolor abrumador. La persona en duelo puede buscar a su ser querido, incluso si la persona ha fallecido. Los sobrevivientes pueden desarrollar enojo contra su ser querido por morir y dejarlos solos, o enojo contra otros si el desastre fue provocado por una persona o podría haberse evitado.

En algún momento, el sobreviviente puede comenzar a enfocar su respuesta al dolor en los vínculos psicológicos con la persona fallecida y los recuerdos de su relación.

Las muertes producidas por desastres naturales y tragedias públicas pueden incrementar el riesgo de complicaciones durante el duelo en los sobrevivientes, ya que estos fallecimientos suelen ser inesperados, traumáticos o podrían no permitirle al sobreviviente identificar el cuerpo de su ser querido o verificar su muerte de manera fehaciente.

Otros factores de riesgo de procesos de duelo complicados incluyen:

  • La persona fallecida es un niño
  • Otros factores estresantes de la vida simultáneos
  • Altos niveles de ambivalencia en la relación con la persona fallecida
  • Una relación con un alto nivel de dependencia
  • Vulnerabilidad personal y/o antecedentes de lidiar con la adversidad
  • Falta percibida de apoyo social
  • Historial de enfermedades mentales, abuso de sustancias

Consejos para lidiar con una tragedia pública o desastre natural para personas afectadas directamente por el evento:

  • Permítaseme expresar las emociones que está experimentando: no espere ni se las guarde para sí.
  • No dude en aceptar el apoyo y asistencia de otras personas; hacerlo permite que quienes lo rodean se sientan menos desamparados.
  • Busque la contención de quienes puedan escucharlo, sabiendo que otras personas de su sistema de apoyo también podrían sentirse abrumadas.
  • Dese tiempo suficiente para sanar; sea paciente con los cambios en su estado emocional.
  • Escriba sus pensamientos, emociones y sentimientos en un diario.
  • Únase a un grupo de apoyo para víctimas del desastre/tragedia que esté a cargo de un profesional capacitado. Los grupos pueden ser especialmente útiles si tiene un sistema de apoyo limitado.
  • Ofrezca contención emocional a otras personas para redireccionar y atenuar el enfoque constante en su propio dolor.
  • Cuídese físicamente para lidiar mejor con el estrés: ingiera comidas balanceadas, ejercítese, evite las drogas y el alcohol, y descanse lo suficiente.
  • Restablezca sus rutinas regulares, como la hora de la comida y el ejercicio, pero no se fuerce a volver a la misma agenda exacta que tenía antes del evento. Tómese algo de tiempo cada día para relajarse, reflexionar y disfrutar de alguna manera.
  • Evite tomar decisiones importantes —como mudarse, cambiar de empleo o terminar una relación— hasta que haya pasado el evento y pueda tomar decisiones racionales y bien pensadas.

Reacciones típicas de personas no afectadas directamente por un desastre natural o tragedia pública

Las personas no afectadas directamente por el evento pueden experimentar un nivel abrumador de empatía y necesidad de ayudar a las víctimas. Quienes se encuentran a la distancia a menudo pueden experimentar algunas de las mismas reacciones emocionales, físicas y cognitivas descritas arriba.

Es común experimentar la "culpa del sobreviviente" y al mismo tiempo sentir alivio por haber sobrevivido. Quienes se encuentran a la distancia a menudo dicen sentirse más vulnerables luego de ver las consecuencias de un desastre, y muchos de ellos comienzan a replantearse qué es lo verdaderamente importante en sus propias vidas.

Consejos para lidiar con tragedias públicas o desastres naturales si no se vio afectado directamente por el evento:

  • Reconozca sus reacciones ante el evento; hable con otras personas acerca de sus pensamientos y sentimientos.
  • Recuerde que es normal sentirse aliviado y culpable al mismo tiempo si el evento no lo afectó de forma directa.
  • Haga una pausa y deje de enfocarse en el evento. Apague la radio y el televisor por un momento; evite ver las noticias.
  • Continúe con sus rutinas típicas.
  • Analice las cosas en perspectiva. Aunque el evento haya sido horrible, intente enfocarse también en las cosas buenas de la vida y por las que se siente agradecido.
  • Ofrézcase como voluntario en alguna agencia de ayuda en caso de desastres.
  • Haga una donación a alguna agencia de ayuda en caso de desastres o done sangre. Contribuir de alguna manera puede ayudar a combatir los sentimientos de impotencia. Si no tiene la posibilidad de realizar una contribución monetaria, puede ofrecerse como voluntario para recaudar fondos.
  • Ayude a quienes han sufrido pérdidas al reconocer su situación de algún modo: envíe una tarjeta o una carta, haga un minuto de silencio, etc.
  • Ayude a alguien que tenga una necesidad específica: ofrezca transporte, cuidado infantil, cuidado de personas mayores, lavandería o prepare alguna comida.

Muchas de las personas que han experimentado y sobrevivido a una tragedia pública o desastre natural, ya sea de forma directa o indirecta, dicen haber mejorado su relación con otros, su fortaleza personal incluso al sentirse vulnerables, y su autoestima, además de haber profundizado su espiritualidad y apreciación de las "pequeñas cosas de la vida".

Intervenciones para sobrevivientes de tragedias públicas o desastres naturales

Si una persona está sufriendo alguno de los síntomas emocionales graves descritos arriba, busque asistencia profesional de alguien que esté capacitado en respuestas de estrés traumático.

Las personas capacitadas para responder de inmediato ante una crisis se concentran en el procesamiento del incidente y en reflexionar sobre su impacto en la vida de los sobrevivientes para posibilitar la expresión de las emociones y pensamientos asociados con el evento. También ofrecen información acerca de reacciones emocionales anticipadas para ayudar a los afectados a continuar planificando su futuro. Las sesiones con un profesional en las que se hable de lo sucedido resultan muy útiles poco después del evento, pero pueden realizarse en cualquier momento.

Muchas personas tienen la capacidad de lidiar con la adversidad de manera efectiva a través de sus propios sistemas de apoyo. Sin embargo, es frecuente que los problemas graves continúen luego del evento y sigan interfiriendo en las actividades de la vida diaria.

Las personas que experimenten conflictos permanentes deben consultar a un profesional capacitado y experimentado en salud mental. Estos profesionales educan a las personas acerca de las respuestas comunes ante situaciones de estrés extremo y las ayudan a encontrar formas constructivas de lidiar con el impacto emocional. Los profesionales de hospicios pueden ser de gran utilidad al responder a las manifestaciones de duelo a largo plazo.

Las personas que se vieron afectadas directamente por un evento necesitan contar su historia de lo que sucedió, qué sintieron y pensaron, y cómo reaccionaron. Para las personas que sufren suele ser difícil escuchar y mostrar empatía.

Los sobrevivientes de tragedias naturales también necesitan apoyo espiritual, incluso si sus convicciones espirituales se ven afectadas como resultado de una tragedia pública o desastre natural. Las víctimas podrían preguntarse cómo pudo suceder algo tan espantoso, o podrían batallar contra nuevas incertidumbres durante su búsqueda de fortaleza y voluntad para perseverar, seguir adelante o comenzar de nuevo.

Con el apoyo espiritual de un miembro del equipo de hospicio, se pueden identificar y abordar estos signos de confusión y angustia espiritual, posibilitar su expresión, y brindar asistencia y guía espiritual.

Organizaciones que brindan asistencia ante respuestas de estrés traumático

  • American Red Cross
  • National Organization for Victim’s Assistance (NOVA)
  • Líneas directas de crisis
  • Salvation Army
  • Association of Traumatic Stress Specialists, www.atss.info

Averigüe si el cuidado de hospicio podría ayudar a su ser querido.