Cuidados para el cuidador
Normalmente cuando un ser querido se enferma o desmejora, un familiar se encarga de brindar la mayor parte de los cuidados. De hecho, todos los años, más de 43.5 millones de estadounidenses cuidan a un familiar o amigo anciano, con una enfermedad crónica, o con discapacidad o anciano cada año.
Ser el cuidador primario de un paciente es uno de los actos más amorosos que una persona puede hacer por otra. También es un trabajo duro que puede ser muy exigente física y emocionalmente.
Así que, ¿quién cuida del cuidador? Con demasiada frecuencia, los cuidadores ignoran sus propias necesidades mientras se centran en las necesidades de la otra persona. El cuidador puede mostrar signos de problemas físicos y emocionales debidos al agotamiento y al estrés.
7 consejos para evitar el agotamiento del cuidador
- Permitir a la familia dar una mano. Una reunión familiar puede ayudar a organizar los horarios de todas las personas para que el cuidador pueda tomarse descansos con regularidad.
- Involucrar a los amigos. ¿Es decir todas esas personas que siempre dicen: "Dime si hay algo que pueda hacer para ayudarte"? Dígales cómo y acepte sus ofrecimientos de ayuda. Confeccione una lista de tareas, como comprar comestibles, lavar la ropa, cuidar del césped, limpiar el hogar o pasar tiempo con sus seres queridos, y colóquela en el refrigerador. Cuando pregunten lo que pueden hacer, señale la lista.
- Tomar descansos con frecuencia. Aunque solo sean 15 o 20 minutos al día, asegúrese de hacer algo por usted.
- Hacer ejercicio. Así se trate de una caminata de 20 minutos o una clase de yoga, el ejercicio es una excelente manera de reducir el estrés y aumentar la energía.
- Comer de manera saludable. Su salud y nutrición son tan importantes como las de su ser querido; tome el tiempo necesario para alimentarse bien.
- Sumarse a un grupo de apoyo para cuidadores. Es posible que su servicio de hospicio local, el hospital o el servicio para la tercera edad ofrezcan uno.
- Buscar ayuda profesional. Muchos cuidadores se sienten solos, ansiosos, culpables, furiosos, asustados, confundidos o cansados. Si estos sentimientos resultan abrumadores, llame a su médico, hospicio u otro recurso de la comunidad para recibir ayuda.