La ventaja de VITAS: estudio de caso sobre el cuidado de alta agudeza para médicos
Estudio de caso: Paciente con enfermedad de Alzheimer avanzada
RK*, una mujer de 87 años con Alzheimer avanzado que anteriormente ha sido hospitalizada en dos ocasiones por neumonía, tiene insuficiencia respiratoria y neumonía por aspiración y permanece en su hogar donde su hija es su cuidadora primaria. Durante una conferencia a través de telesalud en el mismo día, el médico de RK y su hija analizan las directivas anticipadas de la paciente y los objetivos del cuidado; en forma conjunta acuerdan una evaluación inmediata del hospicio por parte de VITAS.
Al cabo de dos horas, una enfermera de admisiones evalúa a RK y es admitida en VITAS para recibir el cuidado de hospicio a domicilio, de acuerdo con los deseos de RK para evitar los cuidados agresivos hacia el final de la vida. Más tarde ese mismo día, VITAS envía una cama de hospital, un colchón de presión, medicamentos/suministros y otros equipos específicos para el diagnóstico a la casa.
Durante las próximas 3 semanas, RK recibe visitas regulares de un auxiliar de hospicio, un profesional de terapia respiratoria y una enfermera registrada para controlar los síntomas y la medicación. Un médico de hospicio supervisa su plan de cuidado personalizado. Reiteradas veces se realizan turnos temporarios de VITAS Intensive Comfort Care® (Cuidados intensivos de confort) para abordar las exacerbaciones que incluyen deshidratación, delirio/agitación, disfagia y fiebre. Un trabajador social y un capellán ofrecen consultas semanales para brindarle apoyo psicoespiritual a la hija de RK y ayudarla con el duelo anticipado durante el deterioro constante de la salud de su madre.
Durante la cuarta semana del cuidado de hospicio, RK muere en paz en su hogar con su hija a su lado.
*Estas iniciales representan a un paciente anónimo y se usan con fines educativos solamente.
Las tendencias de cuidados al final de la vida incluyen mayor complejidad de las necesidades de cuidados y el aumento del uso de los hospicios
Un análisis de los datos sobre epidemiología y patrones de cuidados al final de la vida publicados en Health Affairs pone de relieve las recientes tendencias en la manera de morir de los estadounidenses. Entre los principales hallazgos está el aumento de la multimorbilidad entre los estadounidenses que incide en los cuidados al final de la vida.
Según las investigaciones, actualmente se considera que la multimorbilidad combinada con las limitaciones funcionales, como la fragilidad y el deterioro cognitivo, es el indicador clave de la complejidad de los cuidados al final de la vida de un paciente y un desafío típico para los proveedores de servicios de asistencia médica. La multimorbilidad en los pacientes terminales puede dar lugar a recomendaciones de tratamiento contradictorias, costos más elevados, una mayor carga para los cuidadores de familiares, y cuidados más agresivos, como la admisión a un hospital o a una UCI, lo que puede entrar en conflicto con los objetivos del cuidado del paciente y de su familia.
Los autores destacan que es fundamental que los proveedores de servicios de asistencia médica aborden y consideren el tratamiento de las afecciones comórbidas del paciente. Los cuidados que se centran únicamente en lo necesario para el diagnóstico primario de un paciente al final de su vida "pasan por alto los recursos y la experiencia de los proveedores de servicios de asistencia médica y los cuidadores necesarios para cuidarlos", aclaran.
Otra tendencia importante observada por el equipo de investigación es que cada vez más estadounidenses mueren en sus hogares o en unidades de hospicio para pacientes hospitalizados, y cada vez son menos los que fallecen en el hospital.
La investigación indica que la mayoría de los estadounidenses prefieren morir en sus hogares y evitar recibir cuidados intensivos el final de sus vidas. "Las transiciones al hospital al final de la vida pueden dar lugar a intervenciones no beneficiosas, errores médicos, lesiones, mayor discapacidad, agravamiento de las funciones y reacciones adversas para los pacientes", señalaron los autores.
El uso del hospicio ha aumentado aproximadamente de un 10% de los fallecidos en la década de 1990 a un 50% en el 2014. Desde 1999 al 2015:
- La proporción de fallecidos en hospitales disminuyó de más del 50% al 30%.
- El porcentaje de fallecidos en sus hogares aumentó de menos del 25% al 30%.
- El porcentaje de fallecidos en unidades de hospicio para pacientes hospitalizados aumentó del 0% al 8%.
Si bien cada vez más estadounidenses recurren a los hospicios, los autores informan que los hospicios suelen utilizarse como un "complemento", a pocos días de la muerte, después del uso extensivo de otros servicios de asistencia médica definidos por cuidados cada vez más agresivos.
"Esta epidemiología en constante cambio de los que están en la última etapa de sus vidas ejerce mayores presiones en los beneficios de hospicio de Medicare para garantizar la disponibilidad de los cuidados de alta calidad al final de la vida", manifiestan los autores, quienes solicitan una mayor concienciación acerca de las complejas necesidades de cuidados al final de la vida de los pacientes y que sean referidos con anterioridad a un hospicio para que puedan beneficiarse de los cuidados multidisciplinarios integrales que ofrecen los hospicios.
La ventaja de VITAS: Mejores tipos de cuidados abordan la exacerbación de la enfermedad
VITAS ayuda a los médicos cuyos pacientes elegibles para el cuidado de hospicio requieren mejores tipos de cuidados para controlar la exacerbación y la progresión de la enfermedad, si fuese necesario desde el punto de vista médico. Intensive Comfort Care® (Cuidados intensivos de confort) ofrece ayuda clínica por turnos en el domicilio del paciente conforme a las pautas de Medicare. También está disponible la opción de una breve estadía en un lugar de cuidado dentro de un hospital, con la atención del personal las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año, cuando los síntomas no se pueden controlar en el domicilio.
Estos tipos de cuidados adicionales ayudan a los pacientes y a los médicos al:
- Garantizar que los cuidados que reciben los pacientes al final de la vida son los cuidados de su preferencia
- Reducir las intervenciones innecesarias e indeseadas y los cuidados agresivos en los pacientes que prefieren morir recibiendo cuidados en la comodidad de su hogar o en el lugar de cuidado de su preferencia
- Ofrecerles modalidades complejas a los pacientes que requieren cuidados de alta complejidad en su lugar de cuidado preferido, incluidos los medicamentos centrados en el confort, manejo del dolor y de los fluidos, terapia respiratoria, antibióticos, medicamentos para enfermedad cardiaca, etc.
- Reducir las admisiones/readmisiones al hospital y a la sala de emergencias y las tasas de mortalidad en hospitales
Fuente: Aldridge, M. & Bradley, E. (2017) Epidemiology and Patterns of Care at the End of Life: Rising Complexity, Shifts in Care Patters and Sites of Death. Health Affairs, 38(9), 937-943. DOI: 10.1200/ JCO.18.02235